Las escenas más simples, pueden albergar una hermosura embriagadora. Lo que siguen son solo retazos de algunas de las estampas que cobran vida en mi pensamiento y que me transmiten su luz: tan bella como en el momento en que la percibía.
Vas dando pedaladas, te cuesta con la bicicleta que parece un muerto. Miras una y otra vez la rueda delantera, por si la dinamo te está robando esfuerzo, pero no es su culpa. La rueda de atrás tiene un pequeño bombo por el golpe que te diste ayer noche y hoy, claro, de vez en cuando roza con la zapata del freno.