«R». Hacer que los días cuenten

Si ya habéis leído el resto de mis posts, os habréis dado cuenta del peso de la relaciones personales en mi vida y en cómo se ha ido desarrollando esta. Si algo tengo que agradecer (por supuesto obviando el gran regalo que es en sí mismo el ofrecer tu tiempo a una persona), es que me han enseñado mucho de cómo soy.

Me pregunto ahora si realmente viví con ellas, con aquellas mujeres que decidieron emprender una vida conmigo. Vivir en el sentido último, en VIVIR, con mayúsculas, con pasión, con emoción; y me pregunto también si realmente ellas me llegaron a conocer.

Una estoy seguro que sí, y fue la que más «daño» (lo entrecomillo porque el «daño» empieza por sentirlo) me hizo de manera continuada, pero las demás, no sé… Imagino que no de una manera completa. Ni siquiera sexualmente hablando. Porque no se puede VIVIR con mayúsculas teniendo esta especie de bloqueos mentales limitadores, bien por el qué dirán, bien por la dependencia o bien por cualquier otra de las mierdas mentales inútiles que me atormentan.

Me pregunto si realmente estuve con ellas. Y probablemente no lo hice, o no del todo siendo YO. Dicho esto también tengo que decir que mi naturaleza es muy cíclica, supongo que mi cerebro se ha fabricado su propia menstruación. La desgraciada de vez en cuando me golpea metiéndome en el pozo por cualquier idiotez y te parece estar viviendo constantemente en una jodida montaña rusa del pensamiento (y sus emociones). Pero también tengo mis días muy buenos y en esos días si VIVO, sí comparto, sí discuto, sí me emociono y emociono a los demás, sí tengo algo más claro qué es lo quiero… Supongo además, que las personas no se quedarían con alguien cuando siempre está hecho una sombra, cuando no hay nada que esperar de él porque en realidad no hay nada. Yo al menos no lo estaría. Así que tengo que entender, que todas ellas vieron a ese proyecto hombre, prometedor, aunque no consumado.

No estoy totalmente vacío, quizás ese sea otro problema (aunque en realidad es un aliciente). Soy perfectamente consciente de que no lo estoy (al menos en su totalidad) y de que además tengo unas ganas terribles de llenar el que hay. En Vacío hablé de mi sensación personal de vacío, igual a lo mejor de manera muy drástica o enfocándolo en la parte negativa, pero quería mostrarme la situación con todas sus aristas bien marcadas, sin darme perdón. Lo cierto es que no estoy tan vacío y además soy un afortunado de poder disfrutar, de verdad, de cosas muy simples: «bah un puto rollo de tío» ja ja ja. Soy un tipo activo, me encanta pasármelo bien pero es cierto que tengo todavía me cuesta mucho encontrar paz conmigo, y también por qué no, sentirme pleno también en mi soledad.

Escribir por ejemplo, es un acto solitario que hago conmigo mismo, me divierte profundamente, y además me llena de satisfacción no tener ningún temor a llenar una «hoja en blanco». De alguna manera esto se convierte en un logro que te regalas. No era nada antes de que empezaras a escribirlo, una hora después ya es algo. Magia.

Y esto me recuerda que cuando tienes una mente algo creativa, y no dejas rienda suelta a la creación, la estas amputando. Y te va a pesar si sigues haciéndolo. Si eres creativo de una manera u otra, tienes que trabajarlo para poder liberar esa fuerza que necesita expresarse. Crear es un acto precioso y mágico.

73550_119261_being-single-woman-illustrations-idalia-candelas-6_584_601.jpg

Volviendo al tema. Cuando era más chaval, no me importaba tanto que esos días, rachas un poco más débiles o tristonas pasaran, porque tenía bastantes amigos, gente con la que hacer cosas, y lo fundamental: era más joven. Un regalo que ofrecer en sí mismo. Por cierto, que gran verdad esta…  Es más, casi los sentía hasta como días románticos y bohemios: «ay… que sensible soy… si es que soy un ser melancólico tan bonito…» (anda levanta que te voy a dar dos ostias bien dás). Se me va la pelota. El tema es que cuando ya no eres tan joven, amigos tienes menos (o igual) que dedos tiene tu mano, te quedas sin compañero y te miras, dices: ¡Adiós! Dime ahora alma de cántaro ¡Quién cojones eres! ¡Qué has estado haciendo todos estos años!

Recuerdo, que tras el «Gran Fiasco», en ese momento en que decidí ponerme la escafandra y bajar a mis profundidades en busca de respuestas, una de las cosas importantes que me dije es: haz que los días cuenten. Y es cierto.

— Hagamos que los días cuenten —

Que sean algo de los cuales te puedas sentir un poco más orgulloso o simplemente que te resulte un regalo haber tenido la posibilidad de haberlos vivido. Porque, joder, los días son un puto regalo señores, no solamente tenemos el derecho de vivirlos como individuos: ¡deberíamos de estar obligados a disfrutarlos!.

A menudo hago entrevistas de trabajo (es un tipo de trabajo donde el aspecto vocacional es muy importante), y una de las cosas que no me canso de repetir es, o algo así…: al trabajo hay que ir por lo menos ocho putas horas de todos los días laborables de tu semana, que es mucho, mucho tiempo; lo que yo busco es alguien que este dispuesto a hacer de cada día algo bueno, que puedas terminar tu jornada y decir, mira me he pasado ocho horas aquí pero mira que bueno lo que he hecho. Porque al final, pasas más tiempo en  el curro que con tu novia o tu familia: ¿de verdad quieres desperdiciar tanto tiempo de tu vida haciendo algo por lo que no sientes ni frío ni calor? Es cierto, a veces no depende de uno mismo. Lo sé.

— Haz, fabrica, crea, libera, haz, haz, haz. Utiliza la energía que gastas pensando en mierdas inútiles para dártela a ti mismo y dedicar tu tiempo a aquello realmente te da beneficios —

Mirad, tengo un hermano que a los 16 años enfermó de esquizofrenia paranoide. Lo perdí tal y como lo conocía, pero actualmente, es un hombre de más de cuarenta que es bastante feliz. Y cuánto disfruto cuando le veo contento. Él fue de pequeño un referente para mí. Pues sabéis cual ha sido el milagro para su recuperación: el trabajo (y también las malditas pastillas, sí… hay que reconocerlo). Lo importante es que después de haber visitado con él clínicas y más clínicas, probado terapias de todo tipo e infinitas combinaciones de medicamentos, al final lo que ha conseguido centrarlo y le esta permitiendo llevar una vida bastante «normal» y muy digna, ha sido tener un trabajo diario, responsabilidad, sentirse apreciado y valioso y en definitiva HACER, ACTUAR, tomar el control. Recordemos lo importante que es. Mantenernos activos es buen medicamento para mantenerse mentalmente sano.

Así que ya sabes. Si te ves metiéndote nuevamente en el agujero… ¡Levanta el culo y sal de ahí desgraciado!

b86a3da362ee801c7f47cb2a7e2ee54f

Hacer que los días contaran. Eso fue lo que hice o intenté, y sigo intentando con empeño. Una vez que rompí el cascarón y asomé mi cabecita, claro que han pasado muchos días unos tras otros de esos «ni fu ni fa», pero desde que decidí ponerme en marcha y trabajar para vivir mejor y más feliz, estos días son los menos. Ahora cada cosa que hago desde mi soledad, tiene no sólo más repercusión en mí, sino que deja una un sabor, un poso más profundo en el recuerdo.

También hay que ver la gran diferencia entre vivir esos días «reguleros» acompañado (y siendo un dependiente) o solo (habiendo pasado por esta gran comedura de tarro que te lleva a la aceptación). Para el pequeño ser dependiente  y víctima «r», eso era un motivo más para echar la culpa a la otra persona y vivir, una vez más, frustrado. Para «R», es un motivo más para ponerse manos a la obra, sabiendo que TU y sólo TU puedes hacer que una día sea mejor.

Sé que puedo vivir el presente, sé que necesito vivir el presente. Quiero VIVIR el presente para encontrarme a mi mismo y ser feliz. Sé que tengo el potencial para ser una persona equilibrada y en paz interior, y quiero intentarlo de corazón, esta vez, solo por mí.

— ¿Bailamos? —

tango

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s